Por eso ha vuelto la Dax. Nacida a finales de los 60, todas las cosas por lo que era tan buena en aquel entonces (pequeña, motor suave y dirección liviana) la hacen aún más agradable en la actualidad.
Encanto retro auténtico
¿Por qué se llama Dax? Es porque su chasis de acero prensado en forma de T se parece a un Dachshund, comúnmente conocido como perro salchicha. Construida con conocimientos de ingeniería del siglo XXI, es resistente y elegante. Todas las demás piezas tienen detalles de época perfectos: el manillar alto mini-ape, el silenciador de escape elevado de inspiración off-road y el asiento doble. Todos ellos confieren a la Dax su inconfundible y encantadora forma.
Conducción robusta y eficiente
Diseñado para durar y funcionar con suavidad. El motor de 124 cc refrigerado por aire con un torque de 10,8 Nm proporciona una aceleración vivaz en la ciudad y una velocidad de crucero realista con dos personas de 90 km/h. Además, con sus 1,56L/100km (modo WMTC), también es un mechero. Para hacer la vida aún más sencilla, un embrague centrífugo elimina la palanca de embrague: simplemente abre el acelerador y listo. El cambio de las cuatro marchas se realiza mediante una palanca de pie, pero el sistema hace todo el trabajo.